ACERCA DE HEROES Y HEROINAS

Quiero comenzar esta historia de Héroes y Heroínas con un ejemplo perruno muy inspirador: recientemente leí una historia acerca de un perro ciego que tiene ataques epilépticos, vive en Utah en un refugio para animales; lo que me llamó la atención no es el hecho de sus condiciones sino porque tiene un compañero que es un perro callejero que lo pasea con una correa por todo el recinto todos los días. Al cabo de un tiempo los ataques disminuyeron y aunque no ve,tiene más seguridad al caminar ya que lo dirige su amigo perruno. El perro que lo lleva fue recogido de la calle con un disparo y era muy agresivo, lo que pensaron en el refugio en sacrificarlo, pero al llegar el perro ciego y convivir la agresividad desapareció al grado de ser amigable. Me conmueve de sobremanera cómo los animales pueden tener una convivencia tan peculiar, tan intensa y tan sanadora siendo que muchas veces creemos que “no sienten” o “no piensan”, pero sirven de ejemplo sin sentido y sin pensamiento.

Yo en mi vida tengo muchos amigos que me guían dentro de mi propia ceguera y mis ataques, y que incluso pueden llegar a ser agresivos por su historia tan difícil. Al cabo del tiempo, igual que en la historia perruna, tanto ellos como yo hemos mejorado por nuestra convivencia.

Son este tipo de héroes con rostro, nombre e historia a los que puedo agradecer. Algunos anónimos que pasan la vida como ráfagas de viento dejando abierta una ventana a la esperanza. Otros conocidos después de sus hazañas. Héroes. Seres que se arriesgan, que sienten, que se aventuran… Con buenos resultados o con estelas de reproche.

Me queda claro que los héroes son seres que estamos buscando toda la vida. Los encontramos en historietas, telenovelas, películas o en libros, pero realmente los tenemos enfrente, al lado de nosotros o incluso en el espejo cuando se salen de bañar. Héroes con rostros normales y corrientes, con el único poder sobre natural de ayudar, comprender, alentar o inclusive salvar.

Los héroes comunes son muy frecuentes, desde que tengo uso de razón han estado ahí. Sin esperar el agradecimiento se van como Superman, con sus debilidades como su Kryptonita y con el amor debajo de la manga como Lois Lane. Héroes que lloran, que sufren, que gozan, que son vulnerables pero que no los hacen menos fuertes.

En este momento una Heroína esta en esa situación, pasando por su kryptonita, pero afrontándola con tenacidad, valor y el sello que la distingue… El Amor. Yo sé que sólo necesita lo que ha dado tanto tiempo… Comprensión, Amor Incondicional, cuidados, esperanza, alegría, sonrisas, mimos, besos, abrazos, risas y compañía. Ha estado ahí para muchos, ahora nos toca. Al igual que todas las historias la Heroína sale triunfante, lo sé porque todas las historias terminan igual y pocas veces te encuentras con héroes de esa clase.

Así como en todas las historias de héroes y heroínas se entrelazan muchas personas para salir adelante, pare crecer, para comprender, para ayudar y para superar obstáculos. En esta historia que les cuento de mi heroína pasa lo mismo. Sólo encuentro un adjetivo para mi heroína querida y es: Transformadora. Todo lo que toca lo convierte en ayuda, comprensión y amor; ese es su poder. Así que nos toca, aquí estamos… Lo único que nos falta es regalarle un poco de cuidado, ayuda, comprensión y amor para regresarle su poder. Sabemos que en este mundo se necesitan Héroes y Heroínas de este calibre y me siento orgulloso de haber conocido a una Heroína tan de cerca. Gracias Blanca.

Imagen: http://www.wallpaperdigg.com/download-954-superman-symbol.html

PERSONALIDAD EN GRIS

Nuestra sociedad es una sociedad muy enferma. Nos relacionamos a base de neurosis, chantajes, manipulaciones y ventajas que podemos utilizar a favor o en contra, algo que hemos aprendido desde el momento en que nos comenzamos a relacionar con el primer ser humano. El autoconocimiento es la herramienta más importante para poder “adaptarnos” de una manera sana a esa sociedad que nos ha corroído por dentro y no nos hace despertar a la verdadera conciencia.

 Me doy cuenta que puedo llegar a reconocer los problemas de los demás  con total libertad y facilidad, pero mis propios problemas son difíciles de ver para mí, pero el resto los ve perfectamente. Ese punto ciego es el que me hace perderme y creer que los demás están peor que yo (en caso de enfermamente compararme, claro). El problema de esta sociedad en la que me he adaptado es que siempre tiene que tener un punto de referencia y una medición para poder compararse, y lo más preocupante es que somos incomparables. Es muy fácil juzgar, criticar, empatar, diferenciar e incluso sentenciar a otro ser humano; pero la realidad es que eso que tomamos como referencia es sólo un pequeño punto en una gran historia de vida, así como en mi vida no es posible que se evalúe por un solo hecho.

 La sociedad es compulsiva al evaluar y poner puntos de referencia, lo hace automáticamente. El autoconocimiento y evolución emocional es muy difícil gracias a que esta sociedad nos absorbe. Como grupos pasa lo mismo, los demás grupos ven el problema, mientras el “que evalúa” no percibe sus propios problemas y se termina por pensar que están bien y que otros son los que están mal.

 Existen personas que tienen un gran crecimiento espiritual y emocional, que vienen a este mundo a ayudar, que sobresalen de alguna manera. Considero que este tipo de personas son las que están dispuestas a ver ese punto ciego que todos tenemos, a confrontarse, conocerse, evaluarse e integrar su personalidad y evitan en lo posible compararse, a menos que sea para su propio bien. En mi caso trato de fluir en esta energía de conocerme y cada vez que veo que me molesta algo del vecino puede ser mi propio espejo y enseñarme que eso que me molesta o que quiero criticar son aspectos rechazados de mi propia personalidad.

 Esos aspectos rechazados no son fáciles de digerir, inclusive es doloroso verlos; pero al conocerlos nos pueden servir de herramientas para utilizarlos a nuestro favor en vez de hacerlo como todo el tiempo lo hemos hecho, que es como catalizador hacia una reacción negativa.

 Estar dispuesto a conocerse, a crecer, a amarse con esos aspectos es una tarea para toda la vida. Pero algo que me queda claro es que yo no los veo tan fácil, necesito ayuda de los demás para poder verlos. La forma más común y de todos los días es ver algo que me molesta en los demás y tomarlo como una enseñanza de mi propia personalidad. No es fácil, pero tampoco imposible. Lo que sí me queda claro es que como diría la excepcional terapeuta Ana Wainer “lo único que quedó en la caja de Pandora fue la esperanza” y me queda clarísimo. Después de sacar todos los males, de esparcirlos de mí hacia los demás siempre me va  a quedar esa esperanza atrapada en esa caja. Lo difícil es abrir la caja de Pandora para después de vaciarla quedarme con ver mi vida tal como es, mi personalidad auténtica sin capas y conocer mis facetas para verme tal como soy: Esperanza pura.

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