CIRCULOS DAÑINOS

El resentimiento es como una estaca clavada en el corazón  de quien lo está viviendo. Te impide vivir plenamente y la única solución es el perdón. El perdón es un acto de coraje, valentía y valor humano. El perdón va … Sigue leyendo

¿AUTOESTIMA O EGO?

Cuando escucho a una persona hablar de autoestima me causa una sensación rara. Y digo rara porque muchas veces escucho a las demás personas hablar de que tenemos que fortalecer nuestra autoestima, que me tengo que querer a mí mismo y que tengo que tener seguridad. Creo que todos conocemos este tema y sabemos que lo tenemos que hacer, pero el problema es que se puede hablar durante mucho tiempo en terapias, con amigos, leer libros, revistas e incluso escuchar audios para fortalecerla, pero si yo no me lo creo , no voy a poder hacerlo.

Hace poco un amigo que es terapeuta me recomendó un libro que aún estoy leyendo, se llama “Como incrementar mi autoestima” del gran psicoterapeuta y filósofo Nathaniel Branden. Es un libro que yo lo considero muy profundo y cada vez que lo leo me detengo varias veces en algunos párrafos o páginas. El incrementar una autoestima positiva es para toda la vida, por lo que no tengo prisa por acabarlo pero sí por asimilarlo. Se los recomiendo mucho ya que es un libro que además de tener varios ejercicios que cuestan trabajo hacerlos, reforzamos la autoestima, pero la positiva.

Me he encontrado con personas que creen que tienen un excelente control de sí mismas en todos los aspectos; se consideran seguras, abiertas, con carisma, y tienen (según ellos) una autoestima muy buena. En algunos casos son soberbios, vanidosos e incluso llegan a ser tan orgullosos de sí mismos que humillan a los demás con una naturalidad aterradora. Y lo que más me asusta es que me comentan las personas que los ven que les intimidan. Ya no sé qué es peor, la persona que es intimidada o la que intimida, porque en los dos casos tienen un problema grave tanto de seguridad como de autoestima.

 La autoestima es el respeto por uno mismo pero también la confianza que tengamos en nosotros. Es decir, nuestra capacidad de afrontar las adversidades y sigamos siendo felices. Cuando resolvemos un problema importante nos sentimos felices e incluso eufóricos, pero ¿y si no lo puedo resolver?¿Debería de estar de igual manera? Suena algo fuera de lugar ¿no?

Si yo logro una autoestima positiva puedo creer en mis capacidades, comprender y superar los problemas de manera adecuada con el fin de ser feliz. Y ser feliz quiere decir que debo respetar y defender las capacidades que tengo, así como mis deseos.

Por eso es que digo que es un camino largo, muchas veces difícil pero no imposible. Respetarme como soy quiere decir no sólo físicamente, sino mental y emocionalmente; conocer mis capacidades para reaccionar ante los problemas y dificultades. No reprochármelo, ni que me cause culpa y menos que me cause temor. El autoconocimiento es fundamental para obtener una autoestima positiva.

El tener una actitud positiva ante la vida, no sentirme inútil, ser firme en mis decisiones y deseos, ser acertado, no sentirme como una persona “eternamente equivocada” de lo que hago es decir acabar con el sentimiento de que soy inútil para la vida en muchos aspectos. Debemos conocer nuestras limitantes, defectos, discapacidades y estar cómodo con ellos, como si fuera esa piedrita en el zapato que poco a poco se desgasta hasta que no molesta, o mejor: cuando la sacamos. Así debemos de sacar nuestra sensación de inutilidad e inseguridad. La autoestima no es comparativa y mucho menos competitiva. No podemos saber lo que siente la otra persona o sus miedos más íntimos, por lo que me es imposible como tenga su autoestima. El juzgar a los demás considero que va ligado a una proyección de mí mismo hacia los otros, por lo que tengo que analizar lo que pienso de los demás porque puede ser que yo piense lo mismo de mí.

Algunos puntos de la autoestima positiva pienso que pueden ser, entre algunos otros:

  • Ser firme en lo que pienso y defender mis ideas.
  • Hacer las cosas a mi propio criterio, asumiendo las consecuencias buenas o malas sin temor al resultado sin sentirme culpable o reprochándomelo.
  • No dejarme manipular por los demás, pero si contribuyendo cuando lo creo conveniente.
  • Viviendo en el justo momento. No culpándome por el pasado pero tampoco preocupándome por el futuro.
  • No acobardarme ante los problemas, porque debo confiar en lo que creo y pienso.
  • No ser susceptible a las dificultades porque las puedo afrontar con mis capacidades y defectos sin lamentarme de lo que no puedo hacer, sino impulsándome con lo que sí puedo.
  • Asumirme como una persona interesante y valiosa para la gente con la que convivo, de una manera sana sin ser soberbio u orgulloso.
  • Considerarme una persona igual que los demás pero asumiendo que tengo cualidades y defectos diferentes.
  • No predisponer, enjuiciar y sentenciar las acciones de los demás, ya que no tengo por qué hacerlo y no debe afectarme.
  • Reconozco mis sentimientos negativos y positivos en todo mi ser y poderlo hablar sin sentirme inferior que cualquier persona.
  • Respeto a las demás personas en todos los sentidos estando de acuerdo sinceramente que no debo divertirme, burlarme de los demás.
  • Disfrutar de la vida en todos los sentidos: trabajando, comiendo, jugando, descansando, etc. sin sentirme con culpa.

Tengo que respetarme a mí mismo con honestidad, integridad y responsabilidad  sin anularme. Debo auto conocerme para conocer mis limitaciones y afrontarlas para poder mejorar sin exigirme demasiado de mí mismo y lo principal: sin sentirme culpable de ser como soy.

Imagen: http://revista-digital.verdadera-seduccion.com/category/autoestima/page/3/